domingo, 18 de octubre de 2009

Ambar

Las primeras observaciones del fenómeno de la electricidad se dieron en la antigua Grecia, en el siglo séptimo antes de Cristo. La fortuna permitió que Tales de Mileto, un filósofo que siempre intentaba explicar los fenómenos naturales, realizara las primeras observaciones del fenómeno de atracción del ámbar sobre cuerpos ligeros cuando aquél es frotado previamente. Cuando se frotaba el ámbar con piel de animales, éste atraía pelos, plumas y pequeños fragmentos de madera. Tales lo explicó indicando que el ámbar tenía un ‘alma’ que atraía a los cuerpos. De igual manera explicaba los fenómenos que se apreciaban con la piedra imán.
Diógenes Laercio es el autor del siguiente fragmento: ‘Aristóteles e Hipias dicen que (Tales) hizo partícipes de alma a las cosas inanimadas, demostrándolo a partir de la piedra del imán y del ámbar’ ((D-K 11 A 1) D. Laercio I, 24).
Diógenes Laercio es un historiador del siglo III autor de la obra ‘Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres’. En esta obra se incluye la filosofía griega desde los filósofos presocráticos, y en concreto a Tales de Mileto considerado el primero de los que se dio en llamar ‘los siete sabios de Grecia’.
Aristóteles explica ((D-K 11 A 22) Arist.., Del Alma, I 2, 405 a) que: ‘Parece que también Tales, según comentan, supuso que el alma era algo que mueve, si realmente dijo que la piedra (magnética) tiene alma porque mueve al hierro.
Son los primeros esfuerzos por explicar e intentar comprender. Los primeros trazos de una aventura que va materializando en el transcurso del tiempo con las contribuciones de Anaxímenes, Anaxágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles

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